La irrupción de las nuevas tecnologías en las aulas producida en los últimos años no ha tenido precedentes, lo que unido a la especial vulnerabilidad de los menores y el gran volumen de datos personales susceptible de tratamientos (8,1 millones de estudiantes no universitarios en España según datos del Ministerio de Educación), llevó a la Agencia Española de Protección de Datos a la realización de una inspección sectorial de oficio sobre servicios de cloud computing en el sector educativo en el año 2015.
Como seguimiento de las recomendaciones recogidas en la referida inspección, la Agencia ha realizado una iniciativa encaminada a detectar las posibles implicaciones de protección de datos derivadas de la utilización, por parte de los docentes y alumnos, de aplicaciones con almacenamiento de datos en nube, distintas de las plataformas educativas contratadas por los centros.
Esta iniciativa tiene su origen en las conclusiones alcanzadas en las actuaciones preventivas
mencionadas, en las cuales se detectó:
- la utilización de diversas aplicaciones informáticas instaladas generalmente en los dispositivos móviles de profesores y alumnos, que podían registrar datos de carácter personal, incluidas imágenes y calificaciones,
- y la utilización de servicios o herramientas de almacenamiento en nube de documentos y ficheros en general, también al margen de las plataformas educativas de los centros, para compartir información entre alumnos, entre profesores, o entre profesores y alumnos.
Durante el año 2016, la Agencia celebró reuniones con las Asociaciones de centros educativos, solicitando su colaboración para la puesta en marcha de un cuestionario on-line al objeto de recabar información de los centros sobre la utilización de este tipo de aplicaciones y herramientas.
El estudio se centra en:
- Utilización de aplicaciones para el aula en dispositivos tales como móviles, tabletas o portátiles, tanto por los alumnos a instancias de los profesores, como por los propios profesores.
- Utilización de herramientas de almacenamiento en nube (tipo Dropbox, Google Drive, etc.), tanto por los alumnos a instancias de los profesores, como por los propios profesores.
- Utilización de redes sociales (Facebook, Instagram, etc.), para trabajos colaborativos u otro tipo de trabajos en el aula.
- Utilización de correo electrónico para el intercambio de información entre alumnos, padres y profesores, distinto de la mensajería propia de la plataforma educativa.
- Existencia en los centros de normas internas y procedimientos con relación al uso
de estas aplicaciones.
Los resultados del estudio no constituyen una guía de aplicaciones para educación, sino una guía sobre las implicaciones que dichas aplicaciones pueden tener para la protección de los datos personales.
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